lunes, 25 de febrero de 2008

Marta Zafrilla en el IES Floridablanca

Marta Zafrilla viene mañana a charlar con nosotros sobre su libro "Mensaje cifrado". Lo hemos leído estos últimos meses y nos ha intrigado e interesado. Mañana, a las 12,30, en el Salón de Actos, tendremos oportunidad de preguntarle todo lo qeu queramos acerca de su libro, su personalidad, su carrera como escritora. Creemos que nos gustará mucho escucharla. Quizás incluso le hagamos sugerencias sobre nuestros gustos narrativos. Y quizás nos haga caso y escriba algo al respecto. Lo que sí sabemos es que tenemos muchas ganas de conocerla.
Bienvenida a nuestro Instituto, Marta.

viernes, 22 de febrero de 2008

El juego de la Oca


El día 26 de febrero tendremos el placer de conocer, saludar y preguntarle todo lo que queramos a Marta Zafrilla, escritora murciana, cuyo libro "Mensaje cifrado" hemos leído este trimestre, y que fue ganador del premio "Gran Angular" de literatura infantil y juvenil, basado en el juego de la Oca.

¿Cómo se juega a la Oca? Pues es bien fácil, como la vida misma. Y no lo digo irónicamente, sino con el sentimiento más sincero. Aparentemente sencillo, cada cual le busca la complicación que quiere o puede. La prueba es que los niños lo juegan, pero luego lo usan los escritores para sus novelas; o se investigan sus orígenes misteriosos y esotéricos, llevándolos a la misma Creta con su laberinto, a los ritos de iniciación templarios, o a relacionarla con el Camino de Santiago en sus aspectos más mágicos y secretos.

Para jugar a la Oca hace falta un tablero decorado con una espiral dividida en casillas numeradas. Cada casilla contiene un dibujo significativo. Cada jugador está representado por una ficha o peón de un color (a veces son pequeñas ocas de madera, como las que se ven en la foto de la entrada) y su propósito es ir avanzando por la espiral, salvando todos los obstáculos posibles, hasta el final, donde le espera el triunfo; las fichas, hay que decirlo, se mueven guiadas por el azar de unos dados. Un juego de recorrido y azar en el que hay que vencer obstáculos o aprovechar la suerte para avanzar hacia una meta. O sea, la vida misma o una buena parte de ella. A lo largo del recorrido encontraremos catorce casillas que representan una oca. Esa oca nos lleva a otra, a la voz de “De oca a oca y tiro porque me toca”. Al menos en España se hace así. En otros países seguramente se dirá otra cosa o nada, pues este juego se extendió, al parecer desde Italia, desde la mismísima corte de los Médicis en Florencia, hacia toda Europa, donde conoció una gran fortuna y éxito, tomando diversos nombres (“juego de los Monos” le llaman los alemanes, por ejemplo), y aprovechándose para diversas enseñanzas de carácter moral, político, religioso, y otras cosas que dicen que la gente tiene que aprender, y que mejor jugando que a palos. Los ingleses, por poner un ejemplo ilustrativo, dado su gusto por escaparse de aquellas islas tan húmedas y mohosas, yéndose de viaje por esos mundos de Dios, mucho más secos y cálidos, redujeron el juego de la Oca a un recorrido geográfico, más que nada porque la infancia no perdiera la esperanza de salir de allí, mostrándoles que al otro lado del Canal de la Mancha había algo más. Con razón en la corte medicea le llamaron “el noble juego renovado de los Griegos”, porque tenían el convencimiento de que los griegos habían sido los grandes pedagogos de la historia. De hecho, hay quien piensa que el famoso disco de Festos, encontrado en las ruinas de Creta, es en realidad el tablero más antiguo del juego de la Oca que se conoce, y hasta quien se atreve a decir que el jueguecito se inventó en la guerra de Troya. Se supone que se lo inventaron los troyanos, aburridos del asedio, ya que los griegos estaban muy entretenidos asediando y construyendo caballos de madera.

Sin embargo, corresponde a España –y olé– la primera huella segura del juego. Un tal Alonso de Barros, que estaría aún más desocupado que los troyanos, escribió un pequeño manual para jugar a la Oca, nada menos que en 1587. Podría haberse esmerado y sacar el manual en algo que acabara en nueve. Lo malo es que el tablero se lo comieron los ratones y no queda ni rastro, así que nos quedamos sin saber si era un tablero en espiral o haciendo ondas o en cualquier otra forma caprichosa. Sí es seguro que tenía 63 casillas. Para nuestro desdoro son nuestros vecinos por el Norte –o sea, los franceses– los más cuidadosos en conservar un tablero de Oca: corresponde tal honor a los herederos de un impresor, Benito Rigaud, en 1599 –¡vaya!- o 1600 –¡vaya otra vez! Como ya se ve que los franceses lo guardan todo bien guardado, tienen un interesante museo del Juego de la Oca en Rambouillet.

Magia numérica en el juego de la Oca


Extraño tablero encontrado en las ruinas de Troya y que podría ser un juego primitivo parecido al de la Oca.


El tablero de la Oca contiene en sus entrañas dos números mágicos –¿hay algún número que no lo sea?- y esos números son el 7 y el 9. Siete es la mitad exacta de las catorce ocas que aparecen, si exceptuamos la final, la gloria del conocimiento, una vez superada la Muerte. Catorce eran los jóvenes y muchachas que se ofrecían al Minotauro: siete chicas y siete chicos, todos lanzados a las fauces del Monstruo, que representaba la bestialidad. Estos jóvenes eran elegidos por sorteo y el único audaz que se ofreció voluntario fue su vencedor. Si multiplicamos siete por nueve, nos sale el número sesenta y tres, el número de casillas que tiene que recorrer el vencedor a tiradas exactas. En la fecha elegida por Alonso de Barros para publicar su entretenido y curioso manual no aparece el nueve, ¡pero sí el siete! Como decía la vieja oca Yourcenar, sabia Casandra, avisadora de todo peligro, lo que llamamos azar son las leyes de la naturaleza que desconocemos.

Un dibujo de Iván

"Después de muerta la criada no se volvió a encender el fuego. El maestro se había quedado triste, y Alfanhuí no se atrevía a decir nada. Pero un día lo vio como con frío y le preguntó:
-¿Quieres que te encienda fuego, maestro?
El maestro se quedó un momento sorprendido y luego dijo que sí".

Este dibujo lo hizo Iván para ilustrar otra escena de Alfanhuí, pero él se lo sacó entero de su imaginación y de la inspiración en la escena del capítulo V de Industrias y andanzas de Alfanhuí, de Rafael Sánchez Ferlosio.

Un dibujo de Adrián

"A lo lejos vi una figura sentada en una piedra, orilla del camino. Al llegar vi que era un mendigo y me decía: "Dame de tu merienda"


Adrián realizó este dibujo, inspirado, según dice en otro que se buscó por ahí, para ilustrar una escena de la novela Alfanhuí de Rafael Sánchez Ferlosio.

lunes, 18 de febrero de 2008

Rafael Sánchez Ferlosio

Hola, soy DAVID MUÑOZ ROSELL.
En la clase estamos leyendo Alfanhuí, un libro que cuenta las aventuras de un niño. Su autor es Rafael Sánchez Ferlosio. He buscado su biografía y la pongo aquí.



Narrador y ensayista español nacido en Roma. Hijo de Rafael Sánchez Mazas, en su relato Industrias y andanzas de Alfanhuí (1951), confluyen la ficción autobiográfica y una serie de recursos que, emparentados con lo fantástico, acentúan la sensación de descrédito de la realidad, como un intento de construir otra memoria, la inmensa memoria de las cosas desconocidas. Es la historia de un niño al que expulsan de la escuela por escribir en un alfabeto ininteligible. A la expulsión se une el encierro en un cuarto por parte de su madre. Poco a poco Alfanhuí irá componiendo su propia realidad a través de extrañas andanzas que lo alejan de la órbita de la norma y el castigo. Con respecto a El Jarama, que obtuvo el Premio Nadal de 1955, se trata de la narración de un domingo de verano a orillas del río que le da el nombre a lo largo de dieciséis horas. Por su exploración del lenguaje coloquial se ha llegado a hablar de "novela-magnetofón". Después de las dos obras citadas, Sánchez Ferlosio se dedica a la reflexión crítica, uno de cuyos ejemplos es Semanas en el jardín, análisis a modo de conversación sobre las técnicas y recursos narrativos. Es autor también de los relatos Y el corazón caliente y Dientes, pólvora, febrero, y de artículos periodísticos.

Ecuador, el país de Katherine

toda la vida y obras de :"Rafael Sanchez ferlosio

Rafael Sánchez Ferlosio (Roma,4 de diciembre de 1927),escritor realista
y fantástico español, además de un profundo ensayista,galardonado con el Premio Cervantes.Se trata de uno de los miembros más destacados de la narrativa española de la generación del 50, hijo del también escritor y político cauriense Rafael Sánchez Mazas y de la italiana Liliana Ferlosio. En 1950 se hizo novio de la también escritora Carmen Martín Gaite.En el ámbito literario,Ferlosio fue miembro del Círculo Lingüístico de Madrid,junto con Agustín García Calvo,Isabel Llácer,Carlos Piera y Víctor Sánchez de Zavala.Sus obras más importantes fueron las de Alfanhui y el Jarama. Además es un magnifico ensayista.

lunes, 11 de febrero de 2008

Soy David y quiere ofreceros este vídeo de ángeles que he encontrado. Se lo dedico a todos mis compañeros con cariño.

Magos del balón

Bulgaria

Hemos encontrado este vídeo de Bulgaria y se lo dedicamos a Betina con todo nuestro cariño.

Hoy por fin hemos venido al aula de Informática y podemos subir comentarios y entradas. Para celebrarlo, esta foto de ahora mismo, hace un momento. ¡Guay!